Relato gay - Trabajando de becario


He estado estudiando Empresariales y me surgió una gran oportunidad, encontré la oferta por internet y me pareció interesante. Depués de estar haciendo varias entrevistas, me llamaron y de eso hace ya un mes. Ayer llegó el momento más esperado de todo el mes, el día de la paga.
El director del que dependo me dijo que me esperase a última hora que había solicitado el dinero a Administración y había quedado a las 18:00 de la tarde para que se lo entregasen....


Llegó la hora y todos los demás se habían marchado. Aproveché para adelantar un poco de trabajo. A eso de las 19:00 h. me llamó al despacho.

-“Por favor, siéntate“, me indicó

Me senté en el sofá negro de piel que tiene en el despacho pegado a la pared, pues era donde me indicaba. Él se levantó y se quedó apoyado en la mesa. Tengo que reconocer que desde que lo vi el primer día me gustó. Un tio interesante, 35 años, aunque aparentaba menos, barbita, deportista, un culo que se le marcaba bien con los pantalones del traje, y unos pectorales de escándalo. Debía tener los pezones pequeños porque cuando traía camisas ajustadas parecía que así era.

Allí puestos, yo sentado y él apoyado, su cara me quedaba prácticamente a la altura de su paquete. Yo intentaba no mirar, pero se me iban los ojos, parecía guardar un paquete bastante gordo. Supongo que se daría cuenta porque yo miraba de reojo y sonreía, no podía evitar pensar…

-“Tengo que decirte que no puedo darte el dinero prometido de tu beca“, continuó.

-“¿Qué?, no me lo puedo creer, he estado trabajando como cualquiera durante un mes y ahora me dices esto, y encima hoy haciendo horas extras. Es inclreible, yo creía que esto era una empresa seria” Contesté.

-“No te pongas así, Jesus, te vamos a pagar todo lo que te debemos pero ahora no podemos, estamos pasando por un momento malo, pero en un par de días, creo que tendremos el dinero

Yo no salia de mi asombro, cada vez me iba cabreando más y no sabía que hacer. Por una parte me quería ir, pero por otra no me importaba quedarme contemplando el “paisaje”.

-“Solo puedo compensarte de un modo, que creo que te gustará. He visto que no dejas de mirarme desde el primer día y ahora lo acabo de ver otra vez” Me dijo, bajándose un poco mas de donde estaba.

Se cogió la cremallera del pantalón y sin dejar de mirarme comenzó a bajársela. Muy despacio. Mis ojos no se apartaban de los suyos. Cuando acabó de bajársela, se metió la mano dentro y se agarró bien la polla, poniéndola en dirección a mi cara, sin llegar a sacársela.

Ya no pude estar más tiempo sentado. Directamente me puse de rodillas. Le saque su mano del pantalón y metí la mia. Allí noté su polla caliente, se lo saqué…. Aún no estaba duro del todo por lo que me lo puede tragar entero, hasta su estómago, entero, caliente, noté como se hinchaba dentro de mi boca. Tan rápido creció que ya no puede comérmelo entero, solo hasta la mitad, pero estaba igual de rico. Ahora duro, caliente y lleno de mi saliva, era fácil entrarlo y sacarlo de mi boca. Me encantaba.

Según se la iba chupando, se iba desnudando, se quitó la corbata, la camisa, y así pude tocar su barriga, y sus pectorales. Le bajé el pantalón y con su polla en mi boca, comencé a desnudarme yo. La corbarta, la camisa y me desabroché el pantalón, me lo bajé lo que pude, hasta las rodillas y los calzoncillos también dejando fuera mi polla. Me separé un momento de su polla y dejé caer algo de saliva sobre la mia, me la empecé a menear según se la chupaba a él. Mi culo, que ya estaba al aire, comenzó a palpitar, el placer era total.

Me levantó y me besó, con uno de esos besos que merece la pena recordar. Largo, intenso, su boca y la mia fundidas en una sola, mi lengua y la suya jugaban a entrar y salir de una a la otra boca, recorriéndolas, calientes, las lenguas nos daban un placer total.

Se llevó su mano hacia la espalda dejándome ver sus axilas depiladas y me guio hacia ellas. Un placer que nunca había experimentado. Esas axilas depiladas de brazos fuertes eran un paraiso donde perderse y a él le encantaba. Me hizo pasar al otro brazo y yo, obediente allí me fuí.

Tras varios minutos así, me tiró hacia la pared. Con fuerza. Eso me puso a mil, no me dejaba mover, se notaba que lo había puesto bien caliente. Me quitó los pantalones con los pies mientras me besaba y se fué a por mi polla. Como me la comió. Entera le cabía en su boca, mis huevos, alternándolos también se los comía. Yo no podía mas, me temblaban las piernas, debió notarlo y me tiró boca abajo en el sofá, me levantó el culo, me dió un par de tortas en los cachetes y me empezó a mojar el ojete. Ya estaba mojado por él mismo, pero sentir su lengua caliente entrar, fué lo mas.

Notando lo excitado que estaba no lo dudó y sin preservativo me penetró. Me llegó hasta dentro de un empujón. Normamente me gusta despacio, pero este tio me lo estaba haciendo de un modo que me encantaba.
Primero me folló así, luego me giró y cogiendo mi polla para pajearla, comenzó a moverse.


-“Sigue, no pares, me quiero correr“, le dije.
-“De acuerdo, hagámoslo a la vez

Un chorro de semen caliente salió de mi polla, cayendo en mi pecho, estómago y cara. Él se salió, puso su polla encima de la mia y se corrió en mi. Nuestros lefazos se mezclaron. Los restregaba lpor todo mi pecho y el se sacaba hasta la última gota encima de mi.

Cuando acabó de dar el último escalofrio, se tumbó sobre mi, no le importaba que estuviésemos manchados. Me besó y yo le respondi….

-“La verdad es que no me importa cobrar todos los meses con un poco de retraso“. Y le besé.

Relato escrito por: Jesus Rey
Fuente: CruisingMad
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