Hace poco tuve la oportunidad de llevar a la realidad mi fantasía. Estaba
con un amigo en el jacuzzi de un gimnasio. Estábamos los dos solos y la
habitación se cerraba con llave, así que nadie podía molestarnos. Mi amigo
está en bastante buena forma y se depila el cuerpo así que responde un poco
al canon de hombre con el que tengo mis fantasías homosexuales.
No sé por qué ni cómo empezamos a hablar de fantasías sexuales. Los dos
tenemos novia y tenemos bastante confianza mutua así que prometimos
contarnos nuestra fantasía mas secreta y que quedara entre nosotros para
siempre. El me hizo jurar que no se lo contaría a nadie, ni siquiera a mi
novia Lucía y que no me enfadaría fuera cual fuera su fantasía.
En seguida imagine que su fantasía era follar con Lucía porque veía como la
miraba siempre y la verdad es que mi novia está muy buena (pelirroja, 1,77,
buenas tetas, culito respingón, etc.). Le prometí que quedaría entre
nosotros y no me enfadaría. Así que me confesó que su fantasía era follar
salvajemente con Lucía, por el culo, el coño y correrse en su boca con sus
labios carnosos sonrosados chupando su semen.
La verdad es que fue muy gráfica su descripción, hasta el punto que los dos
nos empalmamos con ella.
Entonces me preguntó que cuál era mi fantasía. Yo le dije que me daba
vergüenza contársela. El insistió, así que le hice jurar que jamás se lo
diría a nadie y sobre todo que no se cabrearía conmigo.
A estas alturas los dos estábamos ago cachondos y nos estábamos pajeándonos
suavemente.
El me juró lo que le pedí, así que me atreví y decidí confesarle mi más
secreta y oscura fantasía:
- Juan, lo que más me excitaría en este mundo es chuparte la polla y que te
corras en mi boca mientras me hablas como si fuera una golfa.
El se quedó de piedra. Empezó a reirse y me dijo:
- ¿Estás de coña, verdad?
Yo me limité a mirar su polla (era preciosa, de unos 20 cms, oscurita y muy
gruesa con un enorme capullo.
- Coño, hablas en serio. Nunca lo hubiera imaginado ¿Eres gay? - Me dijo.
- Jamás he estado con un tío, es sólo una fantasía. A veces em masturbo
pensando en tu polla.
- Entonces ¿ te atreverías a mamármela?
- ¿Me dejarías? - le dije yo.
- Es toda tuya.
Entonces me acerqué a él. Los dos estábamos cachondos y nerviosos A mi
apenas me salía la voz. No podía creer que iba a chuparle la polla a Juan.
Primero la tomé con mi mano. Empecé a pajearle suavmente.
- ¿Te gusta?
- Sigue, por favor - dijo cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.
Entonces acerqué mis labios a la puntita del capullo y lo chupé suavemente.
Era una sensación increíble. Estaba caliente y muy suave. De la puntita
britaban gotitas de líquido preseminal que chupé, sabía saladito y estaba
caliente.
- Aaaaaaaaaaah, chupámela guarra. mariconazo - Me gritó
Aquello me excitó todavía más, así que empecé a mamársela a lo bestia.
Evidentemente jamás había mamado una polla y no sabía como hacerlo. Decidí
copiar a las guarras de las pelis porno y se la mamé como si fuera un
chupachups. Succionaba la punta del nabo con fuerza y luego con la lengua
lamía la cabecita y luego recorría toda la polla mientras con mis manos le
masturbaba y acariciaba sus huevos.
- Mmmmmmm sigue puta, chupamela mas.
- ¿Lo hago bien Juan?
- Como una zorra experta - me dijo.
Seguí un rato más hasta que gritó
- Me corro, me corro.
Mi primera reacción fue apartarme, pero estaba tan excitado que seguí
chupándosela y le dije - creo que fui yo.
- Dame tu leche cabrón, correte en mi boca.
Entonces se corrió. Varios chorros de semen surgieron de su polla y me
salpicaron el rostro y el pecho. Apunté con su polla a mi boca y dos chorros
más cayeron en mi lengua. Era la primera vez que probaba el semen. Estaba
viscoso y sabía agridulce. Cuando terminó de correrse volví a meterme su
verga en la boca y chupé ese manjar que hasta ahora desconocía. Le dejé
limpia la polla y me tragué su nectar.
Entonces nos miramos por primera vez.
-¿qué tal? - le dije.
- Increíble- dijo Juan. Ha sido mi mejor experiencia sexual de la vida. ¿ Y
tú? ¿Te gustó mi polla?.
- En mi vida había disfrutado tanto - le respondí. Me he corrido mientras te
la chupaba, así que te puedes figurar.
- Puedes chuparmela cuando quieras otra vez.
- No lo dudes - le respondí
Desde entonces quedamos una vez por semana sin nuestras novias para hablar
de fútbol o jugar al ordenador y repetimos esta experiencia increíble. A
veces Juan me masturba con la mano, pero nunca me la chupa. La verdad es que no me importa, me siento plenamente satisfecho chupándosela yo a él.
Saludos
Pablo, de España
Se me ha puesto como una secuoya del Yosemite.
ResponderEliminarMuy bueno
Me he masturbado mientras lo leia
ResponderEliminarNo soy gay pero me encanta chupar una polla de vez en cuando y es delicioso comer polla y tragar la leche .
ResponderEliminarNo soy gay y disfruto mucho follando con mi mujer